miércoles, 1 de agosto de 2012

La Poesía es el borde del precipicio


La Poesía es el borde del precipicio
donde el amor se tambalea
donde el olvido se reafirma
donde la Tierra y el Cielo
 se muestran orgullosamente equidistantes

donde la Vida y la Muerte aguantan sus miradas
donde el Sol está abajo,
en el reflejo de unos ojos

La poesía no permite un mal paso
se mueve en la zozobra
no perdona miserias sin alma
no quiere almas sin miserias

La poesía no arranca sonrisas
es sonrisa helada envolviéndo lágrimas
es llanto horadando unas mejillas
-esas que sostienen aquel rictus metálico
como los ojos que reflejan el Sol-
esos que acotan la perfecta interpolación
entre Llanto y la Risa

La poesía es el borde del precipicio
desde el que el poeta equidistante,
el tambaleante y miserable poeta
se lanza
abajo
para vivir la muerte
o reafirmar el amor
impulsado por el olvido
que brilla en tus ojos

-no en los míos-

yo no brillo 
no tengo ojos

solo busco a tientas
y escribo poemas 
precipitados al olvido
Pepe Frutos, 
Salamanca 1 de agosto de 2012