domingo, 22 de mayo de 2011

Semen y Castigo


Estas cosas pasan, diría cualquiera. Podría ser, pero a mí no me pasan, bueno, no me pasaban hasta que me pasaron ayer.
  Primero un mensaje sorprendente al encender mi pc a mediodía: Hola guapísimo, estoy de paso en Salamanca. Este es mi número, llama y tomamos algo si te apetece. Dejó su numero de móvil y respondí a ese mensaje :
  Hola, preciosa, te llamo cuando haga un huequecito.
  Llamé dos horas más tarde y quedamos en hablar con calma después. ¿Esas cosas pasan? ¿Una desconocida te aborda en la red y te pide una cita? A mi solo me ha pasado algo parecido con esas chicas del este que quieren sacarte el dinero y se las ve venir de lejos. Esas dejan una dirección de correo para camelarte por Messenger. Esto era otra historia.
  Llega la noche, cuando contacto con ella está cenando y me dice que me llama en un par de horas. No quiero quedarme esperando, me meto una dosis de Ibuprofeno como quien esnifa medio gramo de coca para salir de marcha y me bajo a la ciudad a tomar una copa mientras ella termina.
  A la entrada de la ciudad, en el nuevo barrio universitario, veo a lo lejos junto al primer edificio a alguien casi en medio de la calle. Reduzco la velocidad y al acercarme con cuidado, distingo perfectamente a una chica haciendo gestos para que me detenga. Lo hago junto a ella.
  Es muy joven, quizá unos 25 años, aunque me resulta difícil calcular la edad en una chica de raza negra. Asoma la cabeza por la ventanilla del copiloto muy nerviosa.
-Por favor, ¿me lleva a mi casa?
- Sí, claro, sube- respondí medio estupefacto.
-Muchas gracias, estoy mal y quiero irme a dormir. Las personas malas- acertó a decir en un castellano más bien pobre sobre todo en la pronunciación.
-Tranquila, ahora me cuentas. ¿ Donde vives?
-Junto al viejo mercado, al otro lado de la ciudad. Siento molestia, estaba en fiesta amigos aquí en casa amiga y una chica borracha fue racista, estoy triste, mi chico que gusta se reía con lo que esa mujer decía.
-Oh, lo siento, lo siento mucho. Lo de ese chico es muy feo además, aunque quizás solamente quisiera gustarle a ella.
-Yo tenía regalo para él hoy- consiguió decir en medio de un mar de lágrimas.
-Cálmate , por favor. ¿ Cómo te llamas?
-Sophie, soy nigeria ¿y tú?
-Pablo, me llamo Pablo, soy de la ciudad, mentí; no me acababa de fiar nada de toda esa historia pese a que la chica parecía muy afectada. Alguna nueva modalidad de prostitución me decía mi cabezota de malpensado.
  -Yo iba a la Plaza  a tomar una copa, te vendría bien no encerrarte en casa.
Me miró con atención como examinándome por primera vez y sonriendo aceptó.
  -Me vendrá bien, vamos.
  Encontramos con dificultad acomodo en una terraza, mientras ella me contaba cosas de su vida. Su familia era muy rica y estaba en mi ciudad estudiando medicina sin prisas para el regreso a su país.
  Yo tomé muchas copas, creo que seis, ella dos. Estaba tranquila con una persona que la hacía reír con sus ocurrencias y se mostraba muy cariñosa. Me besó y abrazó repetidamente, me daba las gracias cada minuto. Yo la mandaba callar poniendo los dedos en sus labios y ella los besaba y reía a carcajadas.
-Estás más tranquila, sí quieres te llevo ya para casa.
- Sí, pero sí me prometes que nos veremos de nuevo, eres amigo, quiero otra día.
-Sí, eres muy linda, nos veremos cuando tú quieras. Te debo muchas copas, no me has dejado pagar nada y estoy en deuda.
-Yo deuda contigo, eres bueno y simpático.
 Llegamos a su portal y corrí a abrir la puerta para que saliera del coche. Me abrazó muy fuerte, me daba las gracias una y mil veces. Giré mi rostro y besé su mejilla repetidamente, como lo hacen las abuelas. Ella movió la suya y me besó suavemente junto a los labios quedando ahí quieta, sin despegarse. Esa sensación me excitó, me cambió el chip de amigo en el acto. Sentí a la vez que su respiración,como su pecho se movía agitadamente, estábamos en ese punto de no retorno si uno de los dos no se separaba ya. No lo hicimos, nos besamos los labios, nos entraron las prisas por amarnos. Subimos al coche y salimos en busca de un lugar apartado. Ella me dijo, era mi regalo para aquel chico,tú mereces y me gustas guapo.Vamos Puente Romano, quiero allí.
  Volé, media docena de copas y una excitación horrible se hicieron con el mando de la conducción.
  Ya en la orilla del río ocurrió todo lo demás. Yo llevaba mi mano a su sexo y ella la retiraba al instante y metía los dedos en su boca. Era una gran batalla en pie entre árboles y agua. Incómodo, pero muy morboso me parecía.
  Conseguí a duras penas gracias a su maestría, al alcohol y las ganas de contacto con otra piel vaciarme dentro de su sexo salvajemente mutilado. Lo notaron mis dedos en esos escasos momentos en los que me permitió contacto con él.
  Mis jodidos dedos que buscaban su placer se me clavaron en la conciencia.
 -¿Estás bien?
 -Sí cariño, estoy bien.
-¿Me llamarás?
-Lo haré, preciosa, lo haré.
 Esta mañana al encender el teléfono, un mensaje decía: gracias, gracias, gracias.
 También tenía muchas llamadas perdidas de la otra chica. La falta de tacto social no me ha dejado llamarla para disculparme.
 El tacto de mis dedos me dice que todo es una mierda.
 Para Sophie, a quien no creo que llame.

miércoles, 18 de mayo de 2011

15 M (Democracia real YA)

El pueblo se está moviendo,
está ocupando la calle
yo no me pierdo detalle
que el polvorín está ardiendo.
La generación perdida
de la crisis y el olvido
sustento del mal nacido
por fin da señales de vida.
Desde las redes sociales
el movimiento pacífico
dice al nervioso al político:
mira, aquí tienes tus males.
Bajando desde palacio,
subiendo de los suburbios,
ni leyes ni antidisturbios
cambiarán el escenario.
Hasta Francia o Argentina
está llegando la ola
y cuando rueda la bola
todo es nieve en la colina.
18-Mayo-2011

miércoles, 11 de mayo de 2011

Si no puedes...

Si no puedes dormir, sueña,
como yo sueño contigo
las cosas que no te digo
porque el silencio es mi enseña.

Si no puedes gritar, clama,
que se unan nuestras frentes
que se junten continentes
donde seas mi reina y ama.

Si no me puedes ver, adivina,
los dos espejos oscuros
tras los que oculto, el susurro,
es luz que los ilumina.

Si no puedes inventarme, ven,
acepta el reto imposible
que no hay destino invencible
cuando el amor va hacia él.

A las 2.40 AM del 11 de mayo de 2011.
pepe

sábado, 7 de mayo de 2011

THE GUNMAN O EL PRECIO DE LA FAMA


  Dieciséis muescas en su revólver de otros tantos muertos a sus manos.
  Ni un solo disparo por la espalda, siempre de frente, mirando a los ojos y con absoluta frialdad.
  Era para todo el estado de Arizona el más rápido, temerario y voraz pistolero jamás conocido.
  Es Larry W. Reed, el gunman perfecto.
  Su encargo para hoy consiste en retirar de la circulación a Fat Perkins, el gordo veloz. Un tipo increíblemente rápido. El ser más repugnante de la zona. Asesino, ladrón, violador y aunque voluminoso, muy escurridizo. El día iba a ser complicado, pero Larry se había preparado a conciencia; esperaba cumplir con profesionalidad este encargo; el mejor pagado de su vida.
  Desde el borde del desfiladero de Tucson Towers, como cada 3 de Julio  desde que acabó con su primera víctima y se convirtió en un proscrito, Larry esperaba pacientemente a lomos de su caballo la salida del sol.      

 Así los últimos seis años; fumando, repasando, planificando...esperando el gran momento. Mientras, en Phoenix, preparan la gran fiesta.

 Asoman los primeros rayos, ese gran momento se está acercando y un leve hormigueo recorre su espina dorsal, y sudor y brillo en sus ojos emocionados.
¡Ya están ahí! Al fondo del desfiladero, como cada año, suena la música y comienzan a asomar en el orden previsto los que han de animar el rodeo de mañana: al frente, la banda de músicos, banda por definirlos de alguna manera. Realmente son tres tipos con acordeón, trompeta y un grandísimo bombo que casi oculta a su portador y que interpretan algo que hasta ahora nadie ha sido capaz de adivinar qué es. Y los malabaristas, y el pistolero venido a menos convertido en atracción. Detrás de ellos, Miss Gillette, la mujer barbuda y su troupe de enanos subidos a un carromato destartalado. También las fieras en sus carruajes y el domador marcándoles el camino a pie con sus músculos siempre brillantes y por fin, cerrando la comitiva, los payasos.
  Larry suelta una enorme carcajada al ver a estos últimos pasando bajo sus pies, su favorito es Carrot Nose, sin duda, esa nariz es imposible.
  Nada más. Bruscamente da media vuelta sobre su caballo pinto sin mirar atrás, con un rictus entre amargo y concentrado y galopa en busca de Fat Perkins. 
Dentro de un año volverá si el gordo se lo permite y termina convertido en la decimoséptima muesca de su nacarada culata.